Los departamentos de TI a menudo operan de manera reactiva, enfocándose en la agregación de la demanda en lugar de generar valor estratégico de manera proactiva. Este enfoque, combinado con áreas de negocios que involucran directamente a los proveedores y evitan la TI, conduce a una "TI en la sombra" y prioridades desalineadas.
La ausencia de procesos formales de selección de proyectos y el enfoque limitado en las oportunidades de innovación obstaculizan aún más el papel de la TI como facilitador del crecimiento, complicando la arquitectura de sistemas, la gestión de proveedores y la gobernanza general.