No hace mucho tiempo, la gente creía que era un futuro lejano retirar dinero mediante impresión digital y realizar pagos a través de aplicaciones.
No hace mucho tiempo, la gente creía que era un futuro lejano retirar dinero mediante impresión digital y realizar pagos a través de aplicaciones. Apps, selfies, tecnologías vestibles, biometría, entre otros recursos. Hoy, todo esto es una realidad y se encamina hacia lo inimaginable.
El aumento de la convergencia e integración entre el comercio electrónico y la tecnología móvil cambiará (de hecho, ya está cambiando) el mercado de pagos de forma radical. Este movimiento se acelerará mediante el desarrollo continuo de herramientas de compra online y la creciente aceptación de este modelo por parte de los consumidores.
Uno de los principales impulsores de esta transformación es la proliferación de smartphones y tablets y el acceso a Internet /celular que sirven como depósito seguro para transacciones financieras sin tarjeta. Los analistas de la industria estiman que el dinero en efectivo debería dar cada vez más lugar a las soluciones en dispositivos móviles en algunos años. Es lo que comprueba una investigación con entusiastas de la tecnología realizada por el Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos (IEEE).
Los pagos, después de todo, pueden realizarse mediante aplicaciones o sitios web, a través de Near Field Communication (NFC) o sin contacto (contactless), tecnología que permite la transacción cuando el teléfono móvil se acerca a un lector móvil o máquina de tarjetas, o incluso otro celular. El nuevo panorama insta cada vez más a las empresas a crear aplicaciones para smartphones que no solo reducen significativamente la dependencia del pago tradicional, sino que también brinden una experiencia de cliente única al aumentar el compromiso y suavizar los puntos de fricción tradicionales del comercio.
Explosión mobile
Los estudios prueban y registran este movimiento. Aproximadamente el 13% del total gastado en línea en todo el mundo en 2015 se realizó a través de smartphone, según la encuesta de Ipsos / PayPal, publicada por la compañía a principios de 2016. La encuesta también reveló que el e-commerce tradicional en Brasil crece a una tasa del 29% anual, habiendo registrado un movimiento cercano a los R $ 120 mil millones en 2016. En cambio, el mobile commerce crece tres veces más: 107%.
Se estima que 8,4 millones de dispositivos conectados se utilizarán en todo el mundo en 2017, según un estudio publicado por Gartner. El avance de este mercado es del 31% con relación a 2016 y la previsión es llegar a 20,4 mil millones en 2020. Estas cifras están despertando cada vez más a la creación de medios de pago que simplifiquen la vida del nuevo consumidor.
Es un mercado en pleno apogeo. Para Forrester Research, en un estudio a pedido de Google, las ventas por Internet en Brasil se duplicarán para 2021, impulsadas por el crecimiento en el uso de smartphones. Significa que el segmento registrará una expansión promedio de 12,4% anual y alcanzará un total de R $ 85 mil millones en ventas.
Por lo tanto, el comercio electrónico requerirá pagos más simplificados. Y esto es posible gracias a la tecnología. Cosas que realizan pagos a través de Internet de las cosas (IoT sigla en inglés): conexión a Internet de dispositivos computacionales insertados en objetos cotidianos, permitiendo que ellos reciban, envíen e interactúen con informaciones. Cosas que pueden realizar compras y, en consecuencia, pagos.
Esta evolución está en pleno desarrollo y sin duda nos depara muchas sorpresas con la aparición de tecnologías innovadoras, que darán lugar a nuevos servicios y modelos de negocio. Y pensar que todo empezó con el trueque, cuando la negociación pasaba por el intercambio de bienes.
En todo el mundo y en Brasil
El Reino Unido se ha convertido en el primer país del mundo en tener un supermercado donde los clientes pueden pagar sus compras utilizando tecnología de impresión digital. Un sistema de infrarrojos escanea las venas de los dedos de las personas y vincula el mapa biométrico a las cuentas bancarias de cada cliente, realizando el pago.
La cadena estadounidense de comida rápida KFC lanzó recientemente un sistema de pago por reconocimiento facial en China, coincidiendo con el creciente uso de la tecnología en el país. El terminal de pedidos funciona comparando las caras de los clientes con la foto que tienen en su cuenta de Alipay para validar el pago.
La cadena de farmacias Walgreens es un ejemplo de pago físico mediante dispositivo móvil en el POS (punto de venta). El teléfono y el PDV son compatibles y se comunican para permitir el pago junto con funciones de marketing adicionales, como ver las ofertas del día, reconocer el número de fidelidad y otras.
Amazon Go, por otro lado, es una tienda donde el cliente no tiene que hacer filas para pagar sus productos, simplemente elige los productos y todo se transfiere a su smartphone. La factura llega más tarde para pago digital. En él, reina la experiencia del cliente sin fricciones. El concepto utiliza sensores, que detectan la entrada del consumidor en el supermercado y, con inteligencia artificial, identifican los productos que el cliente pone en la bolsa de la compra. La plataforma incluso identifica si el cliente ha renunciado a un producto y lo ha devuelto a los estantes. El proceso es similar al que utilizan los coches autónomos, con visión computacional y reconocimiento a través de sensores. Y pensar que todo empezó con el trueque, cuando la negociación pasaba por el intercambio de bienes.
Esta evolución está en pleno desarrollo y sin duda nos depara muchas sorpresas con la aparición de tecnologías innovadoras que darán lugar a nuevos servicios y modelos de negocio.
El mercado brasileño, por su parte, no solo está atento a la evolución de los medios de pago, sino que también se mantiene en plena actividad. Los bancos ya ofrecen posibilidades disruptivas. El Banco do Brasil (BB), por ejemplo, lanzó este año una herramienta de envío de datos a través de Códigos QR y redes sociales que facilita la vida de los amigos en bares y restaurantes que quieran compartir sus cuentas.
Visa, por ejemplo, lanzó lentes capaces de realizar pagos en el primer trimestre de este año. Cuentan con una tecnología denominada NFC (que permite la comunicación por proximidad). ¡Imagina que solo basta con acercar el objeto para realizar un pago!
Muchas otras iniciativas extremadamente innovadoras en todo el mundo demuestran que todavía veremos otras formas de pago disruptivas. Esto se debe a que el mundo se mueve de forma natural y frenética hacia aquello. Casi intuitivamente. La tecnología sigue como una cinta transportadora para materializar las posibilidades de innovación fabricadas por el incansable cerebro humano.
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