El poder de la tecnología en la economía post-corona

Hay una curiosa expresión popular: no news, good news, algo así como "la falta de noticias es una buena señal".

Hay una curiosa expresión popular: no news, good news, algo así como "la falta de noticias es una buena señal". Quizás este dicho nunca haya sido tan actual y verdadero como lo es hoy. Sobran malas noticias. Y una de las más duras ha sido noticia en todos los sitios de negocios y noticias. Este es el ajuste que hizo el gobierno brasileño en el pronóstico del PIB en 2020, que se desplomará del 2,1% a cero. El Banco Mundial, por otro lado, proyecta una retracción del 5% de nuestra economía. Todo debido al impacto del síndrome de coronavirus en el sector productivo, que genera riqueza, empleo e ingresos.

Se espera que el Ministerio de Economía vea el mejor camino. Los desafíos de la macro y microeconomía serán inmensos. Y los empresarios brasileños, aquellos con reservas ganadas con el tiempo, serán llamados a participar en este esfuerzo de recuperación. Mientras tanto, depende de nosotros, como profesionales de estrategia y dirección, iluminar el camino para el protagonismo del sector privado en esta crisis.

A diferencia de otras crisis, en este caso las empresas privadas deben estar preparadas para aprovechar el crecimiento de la economía. Algunos hechos respaldan esta afirmación. Si el gobierno puede determinar la dosis de incentivos para los empresarios, el empleo tiende a reanudarse más rápidamente y las empresas pueden invertir en eficiencia y escala tan pronto como baje el polvo. Las empresas más capaces, aquellas que estén preparadas para encontrar buenas soluciones en este período, aprovecharán mejor el nuevo momento.

Luego, una de las herramientas esenciales en este viaje de recuperación será la tecnología de la información, cuyo potencial para transformar empresas es inmenso, ya sea revitalizando los sistemas heredados o con soluciones disruptivas que brinden eficiencia, ventas y una mejor experiencia para el cliente. Los últimos años han requerido mucha energía de la industria de TI.

Comprender el comportamiento del consumidor, aún más mutante y exigente, digital y sediento de agilidad es vital. Las empresas que ofrecen productos y servicios, en el canal correcto y con un precio justo, se destacarán cuando pase la crisis. Tal vez sea el kit de supervivencia posterior a la crisis.

Pero todavía hay un poderoso cuello de botella en esta trama. El mercado de TI se enfrenta a una escasez histórica de talento. Brasil, por ejemplo, gradúa 10 abogados para cada ingeniero por año. En este punto, incluso la cuarentena puede brindar oportunidades. Las instituciones, el Sistema S y las escuelas técnicas, por ejemplo, ofrecen cursos gratuitos a distancia y capacitación que pueden preparar mejor a los candidatos actuales o permitir nuevos participantes en el sector.

De todos modos, la ecuación es compleja: además de coraje y fe, se necesitan medidas gubernamentales, gestión de escasez y planificación. Después de todo, como dijo el legendario jazzista y pianista Duke Ellington, "los problemas son oportunidades para mostrar lo que sabes".