Innovación y legado

¿Qué futuro queremos lograr? ¿Qué legado podemos dejar? ¿Y por qué deberíamos innovar?

He empezado hace poco más de 4 meses mi trayectoria en Qintess y, de inmediato, me di cuenta de que no era una empresa de tecnología convencional. No solo porque tiene un CEO y Chief Culture Officer negro y africano como Nana Baffour, sino también porque tiene una preocupación genuina por las mejores prácticas de ESG y destaca en su propio eslogan la obsesión por la innovación, algo que (definitivamente) no es “para Inglés ver”. Tanto es así que sería muy fácil señalar algunas iniciativas innovadoras en las que tuve el placer de participar, incluso con tan poco tiempo de empresa. 

Pero lo que más llama la atención y va más allá de la propia innovación, demostrando en la práctica el propósito de la empresa, es lo que se busca hacer con estas iniciativas innovadoras. No es de extrañar, al cumplir su primer año como marca, Qintess se destacó por innovar, incluir y diversificar. Ya sea a través de la plataforma Economics of Change que promovió debates de alto nivel sobre diversidad, inclusión y capitalismo sostenible, o mediante el programa de aceleración Ignite Startups, está claro que la innovación es, de hecho, el medio para algo más grande: un impacto positivo en la sociedad. ... ¡un legado! 

Este último ejemplo, Ignite, demuestra abiertamente la preocupación de ESG (principalmente en términos de #technology4good y #partnering4good) al resaltar la asociación e inversión con Vale do Dendê que conectó startups como Afro Saúde y Traz Favela, que muy pronto estarán cumpliendo sus propósitos con diversidad e inclusión en todo el país. Por no hablar del compromiso con los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU, representado en la formación de 2 mil profesionales de la tecnología y en la inversión de R $ 10 millones en los próximos cinco años para apoyar y fomentar el emprendimiento, la diversidad y la innovación social en Brasil.

Puede parecer mucho, comparado con otras grandes empresas del sector que -quizá- aún no se han dado cuenta de que no basta con innovar para generar una mejor experiencia para sus clientes o para ser rentables para sus accionistas, es necesario para marcar la diferencia en el día a día de los empleados y de la sociedad en general. Para Qintess, este es el punto de partida. Después de todo, ¿por qué innovar si no para generar un impacto positivo?

En estos primeros meses de compañía me acordé mucho de dos autores que suelo parafrasear: primero, el querido Mário Sérgio Cortella, quien, en el libro “¿Qual a tua obra?”, nos invita a reflexionar sobre las consecuencias que nuestras decisiones pueden generar en otros, y hace explícita la idea de que nuestro “trabajo” es mucho más amplio que cualquier actividad que realicemos. También nos propone tres preguntas imprescindibles para que cuidemos la vida colectiva de forma ética: ¿Quiero?; ¿Puedo?; y ¿Debo? Estos, a su vez, se conectan con otros tres, ya del segundo autor: Simon Sinek, quien sugiere que debemos entender: ¿Qué?; ¿Cómo?; y ¿Porque? Y, como dice el nombre de su best seller, "Comece pelo Porquê". Al presentar el ya famoso concepto del Círculo Dorado, Sinek – así como Cortella –  rescata la importancia primordial del propósito, enfatizando de manera simple, pero no simplista, que lo que buscamos lograr debe guiar todas nuestras acciones. 

Dicho esto, menciono nuevamente a Nana, nuestro CEO, quien durante uno de los programas más recientes de la empresa –  Qintess of Change – dejó solo una pregunta para los casi 50 discípulos de la innovación: “¿Cuál es su legado?”. Como estaba colaborando con la mediación de alguno de los 10 paneles sobre las principales competencias para el momento de la empresa (por cierto, muy bien propuesto y gestionado por mi colega y amigo PH) no tuve la necesidad de contestar. Sin embargo, no pude evitar notar que prácticamente todas las respuestas resaltaban la importancia de las personas. Curiosamente, o no, me refiero al principio ESG que aún no había mencionado: #people4good y como solía decir mi padre, repito que el mundo no está formado por países, continentes, organizaciones o corporaciones, el mundo es compuesto por personas! Entonces, si tenemos la oportunidad de mejorar sus vidas a través de la innovación social, ¿por qué no tener eso como objetivo? Si tenemos la opción del Capitalismo Sostenible a través de la Transformación Digital, ¿por qué no tomarlo como propósito?

Para que tengas una idea, según el informe “Closing the Racial Inequality Gap”, si Estados Unidos hubiera cerrado la brecha racial que padecían los estadounidenses negros en cuanto a salarios, educación, vivienda e inversiones hace 20 años, entonces se podrían haber añadido 16 billones de dólares a la economía. Sin embargo, el mismo estudio también afirma que si estas brechas se cerraran hoy, se podrían agregar 5 billones de dólares a la economía en los próximos cinco años. ¿Imagínense cuánto no podemos generar un impacto positivo para la sociedad (no solo económicamente) si tenemos el propósito de usar la diversidad contra la desigualdad y la innovación a favor de la inclusión? ¿Te imaginaste? Por eso te invito a hacer este ejercicio a diario. 

Antes de despedirme aprovecho y hago otra invitación: escucha (ahora mismo, quién sabe) esta canción reciente – pero, a mi modo de ver, atemporal – que refleja un poco poéticamente lo que traje aquí. Así como este, “É tudo pra Ontem”, de Emicida (rapper Brasileño), nos dice que “vivir es irse, volver y compartir”, casi en un camino de búsqueda del conocimiento que culmina en compartirlo. En este sentido, en lo que respecta a la Innovación, no debemos, en ningún caso, desvincularla de la idea de legado que queremos dejar, especialmente a las personas con las que queremos, podemos y debemos compartir.

Finalmente, si innovar es (entre otras definiciones más técnicas) anticipar, propongo otras tres preguntas, que creo que vale la pena plantear: ¿Qué futuro queremos lograr? ¿Qué legado podemos dejar? ¿Y por qué deberíamos innovar?